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El cannabidiol (CBD) es un nutriente no psicoactivo extraído de la planta de cáñamo, Cannabis, y cuando se complementa puede proporcionar una gran cantidad de beneficios para el cuerpo.

Complementar CBD en su rutina diaria es como tomar una vitamina. Le permite al cuerpo acceder diariamente a los fitocannabinoides que se unen a los muchos receptores en nuestro sistema endocannabinoide maestro. Los cannabinoides se unen a 2 tipos de receptores de cannabinoides en el cuerpo. Uno que se encuentra predominantemente en el sistema nervioso y el otro, en el sistema inmunológico.

El CBD fue fundamental en el descubrimiento del sistema endocannabinoide, un descubrimiento realizado en los últimos veinte años. Se puede pensar en el sistema endocannabinoide como el mensajero del flujo de información entre nuestro sistema inmunológico y el sistema nervioso central. Integral a nuestras fisiologías, su función es mantener el equilibrio. Este equilibrio, o más correctamente; homeostasis, es un estado en el que se mantiene un entorno interno estable independientemente de cualquier cambio externo. Esta homeostasis mantiene la salud en todos los niveles; Desde la escala microsubcelular hasta la macroorgánica, los endocannabinoides desempeñan un papel importante en nuestra supervivencia y adaptación en entornos dinámicos y potencialmente hostiles.

Más allá de esto, el sistema endocannabinoide está involucrado en otros procesos fisiológicos y neurológicos, como el dolor y la analgesia, el apetito, el estrés, el estado de ánimo y la memoria. Ahora está quedando claro que el sistema endocannabinoide funciona como una interfaz con el sistema nervioso y es, en última instancia, un puente literal entre nuestros cuerpos y nuestras mentes.